domingo, 24 de agosto de 2008

El hígado me habló.


Pues sí, de tanto exceso culinario, entre tumbets, sobrasadas y miles de cosas más en cantidades ingentes, el hígado decidió hablarme, aunque la verdad yo no lo entiendo mucho, solo sé que de momento a comer bien poco, que tampoco me irá mal.


Por fin quedé con mi padre, me cogí el 105 que me llevó directo a su casa, la parada justo en la puerta, el ático super feo decorado por la que está con él supongo y eso sí, vistas infinitas sobre los hooligans de Magalluf que eso no tiene precio y por supuesto una de las comidas que habrán contribuido a mi estrecha relación con mi entraña. Luego me acompañó hasta el Centro Cultural de Andratx donde la directora me hizo un recorrido por las exposiciones que están más que bien y el espacio es de flipar. Mi padre tb lo hizo y al volver me dijo que no entendía, nada, ni falta que le hace, él con sus perdices y sus cosas de caza ya tiene bastante. Ya que estaba ahí fui a ver a mi abuela y acabé recogiendo higos, bueno más bien comiéndomelos, que me dio una cagalera que tuve que explotar ahí mismo y limpiarme con hojas de mata, que va muy bien para eso, y podando una palmera que planté yo en mi adolescencia. Acabé agotado, pero un poco de contacto con la naturaleza nunca viene mal.


Por las noches quedo con Rafa en S´escorxador y nos contamos nuestros rollos macabeos, que siempre son como de vieja que ya está de vuelta de todo, con una horchata en ristre sin parar de quejarnos y criticar, que eso es lo que nos gusta y me tiene que hacer una foto para que las de la agencia del anuncio del Guggenheim me vean el careto, sin gorra, sin gafas y sin pendientes, más neutra imposible, no voy a parecer yo, pero bueno hay que tener varios registros y un anuncio es un anuncio.


Ayer estuve cenando en casa de Cata y le llevé a Martinet todos los regalos, lo que más le gustó fue un pinocho de Suiza que le compró mi madre, así en plan marioneta que le tiras de una cuerda y se mueve, el resto creo que no le hizo puta gracia, pero ya se encargó él de enseñarme todo lo que tenía y de hacer puzzles y de saltar y de llevarle en un caballo que tiene...vamos que me agotó. Definitivamente los niños no son para mi, aunque él es tan mono que se lo perdono.


Después le di la última oportunidad a Jose pero no superó la prueba, me llevó otra puta vez al Festival Park y luego a casa, así que ya le he dado carpetazo definitivo. Yo soy rara, lo sé, pero más raras son las demás y sobretodo él se lo pierde, que es el que se va a quedar aquí aburrido como un teléfono sin aprovecharse de mi cuerpo serrano.


Ale, ya, que hoy es mi santo y voy a celebrarlo.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Descompuesta y sin novio...desde luego...

yo aquí en los Madriles, más tirado que un teléfono también. Hoy creo que veo a la Pollo y tengo que quedar con Carlos y Darío, para volver a los helados de Palacio, que es un gusto oye, con tanto aire.

La Abuela dixit.

Anónimo dijo...

la abuela está loca, no le hagas caso. sigue atascada en un chiringuito de playa cualquiera esperando al ferry de mallorca

Anónimo dijo...

Ademas va de incógnito en plan transexual pre op

P. dijo...

Ay, ayer conocí a un tío que era clavadito a ti, con los paletos (dientes) ligeramente separados, y misma cara... EN VERSIÓN HETERO
Creo que le voy a tirar las fichas, porque es como casarme contigo (el sueño de mi vida) y además consumando.

Anónimo dijo...

everybody wants to marry a blogger

Anónimo dijo...

a la blogger le está volviendo a dar el rollo oquette con resaca...